martes, 24 de junio de 2014

El pueblo Purépecha

El pueblo Purépecha

Un halo de misterio envuelve el origen de los primeros pobladores del antiguo Michoacán. El nombre purépecha unifica los grupos étnicos llegados en distintas épocas al territorio michoacano, que, bajo el liderazgo del célebre Tariácuri, construyeron uno de los mas grandes señoríos del México antiguo, capaz de oponerse incluso a los temibles mexicas.
Los purépecha eran sedentarios: pescadores y labradores de la tierra. Cultivaban el maíz, amasaban la arcilla para hacer vasijas, ollas, cántaros y tinajas; fabricaban cestos con la chuspata -tule- y con la palma elaboraban petates y capotes. Eran inteligentes y hábiles constructores. Cultivaban las artes: la música, la danza, la pintura; y fabricaban artesanías exquisitas, especialmente con el arte plumario. La misma sensibilidad artística que el viajero de hoy descubrirá en la Ruta Don Vasco.
El territorio purépecha tenía sus principales dominios en Tzintzuntzan (lugar de colibríes), donde se concentraba el poder religioso; en Erongarícuaro (sitio con vista bella), donde residía una guarnición militar que controlaba el tráfico acuático y el comercio del lago hacia la sierra; y en Ihuatzio (lugar de coyotes), que era el centro militar-administrativo. Los siglos XIV y XV fueron los tiempos de mayor esplendor del señorío purépecha, pues su territorio se extendió hasta parte de los actuales estados de Jalisco, Colima y Guanajuato.
Actualmente, el pueblo purépecha está asentado en el centro-norte del Estado, manteniendo su lengua y muchas costumbres que han abrazado a lo largo de los años.

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